Los artistas de Tres Cantos homenajean a Van Drell, Gutiérrez Montiel y Pedro Navares
Una exposición recuerda a los fallecidos pintores
Jana, Nikodim- Diuna Nikolic, Juan
Luceño, Muñoz Vetton, Inma Reboul, José Luis Cervero, Marisé, Belén
Alegri, Xenxo, Alicia S, Marta Fernández… todos ellos han querido
dedicar una obra a los fallecidos Juan María Vendrell, “Van Drell”
(1921-2008), Gutiérrez Montiel (1934-2008) y Pedro Navares (julio de
1945- abril de 2008), en el día de la conmemoración del aniversario de
la ciudad.
Lo han hecho emulando su estilo; el puntillismo y las iglesias de Navares, la fantasía y los sueños de Van Drell o el expresionismo de Montiel, son algunos de los recuerdos que nos traen los lienzos.
Lo han hecho emulando su estilo; el puntillismo y las iglesias de Navares, la fantasía y los sueños de Van Drell o el expresionismo de Montiel, son algunos de los recuerdos que nos traen los lienzos.
Cuadros al óleo, acrílicos y al carbón,
que usan incluso telas, yeso y papel, en una mezcla de estilos muy
diferentes, pero terriblemente hermosa. Tal y como lo fueron estos
artistas.
Juan María Vendrell Sanromá, conocido
como ‘Van Drell’, creó una pintura fantástica, colorista y original que
le procuró el sobrenombre de “el pintor de sueños”.
Viajero incansable, el suyo fue un rico y creativo recorrido a través de la pintura teñido de fantasía y pasión, que alumbró los comienzos de un joven Tres Cantos que comenzaba a nacer.
Viajero incansable, el suyo fue un rico y creativo recorrido a través de la pintura teñido de fantasía y pasión, que alumbró los comienzos de un joven Tres Cantos que comenzaba a nacer.
Pedro Navares fue otro de los testigos de
la gran ciudad que entonces se abría paso. Fue en 1982 cuando decidió
venirse a vivir a Tres Cantos con su mujer, Carmina.
El suyo fue un viaje a través del puntillismo, técnica a la que se mantuvo siempre fiel, con ese amor por las catedrales e iglesias que se le aferró al alma desde que llegase a Castilla tras pasar su juventud en Paris.
El suyo fue un viaje a través del puntillismo, técnica a la que se mantuvo siempre fiel, con ese amor por las catedrales e iglesias que se le aferró al alma desde que llegase a Castilla tras pasar su juventud en Paris.
Gutiérrez Montiel nació al sur de España,
en Jerez de la Frontera, escenario de donde extrajo su pasión por lo
taurino. Así lo reflejaba en sus lienzos, donde los toreros eran a
menudo los protagonistas, enmarcados dentro del arte expresionista que
le caracterizaba. El también fue vecino de Tres Cantos, donde vivió y
falleció, siempre consciente de la frase de Goya, que hizo casi suya,
“el tiempo nos devora de forma implacable”.
Su recuerdo se mantiene vivo en exposiciones como esta, que estará abierta al público durante el mes de abril en la sala Van Drell de la casa de la cultura.
Su recuerdo se mantiene vivo en exposiciones como esta, que estará abierta al público durante el mes de abril en la sala Van Drell de la casa de la cultura.
Su recuerdo se mantiene vivo en
exposiciones como esta, que estará abierta al público hasta el 27 de
marzo en la sala Van Drell de la Casa de la Cultura, en la plaza del
Ayuntamiento, 2.
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